J. García.
En el año 1.881, la localidad de Admire, en el Condado de Lion Country, en Kansas (EE.UU.) se convirtió en el centro de expediciones de científicos de todo el mundo.
180 kilos de material procedente del universo habían impactado en las inmediaciones de la localidad. Restos que, tras ser recuperados y analizados debidamente, resultó ser uno de los meteoritos más especiales que caen a Tierra, y que podemos llegar a tener en nuestras manos. Se trataba de un Pallasito.
Los pallasitos son meteoritos muy particulares. Su composición está equilibrada al 50 % en fase metálica, generalmente del tipo octaedrita, y al 50 % en fase rocosa, constituída por minerales de orden de los silicatos cristalizados, concretamente olivino. Como podemos suponer, no se trata solo de meteorios. Se trata de auténticas joyas del universo.
Cuando tuve por primera vez un ejemplar del pallasito Admire en mis manos, lo primero que sentí fue esa grandeza de que uno es consciente cuando siente en las manos el peso de los millones de años de Historia que pesan sobre esa roca.
En el año 1.966 fue publicada su existencia y reconocimiento internacional en el número 37 del Meteoritical Bulletin que edita la International Society of Meteoritic and Planetary Sciences. Ya entonces era clasificado como Pallasito.
En las fotos que adjunto a este reportaje pueden verse imágenes bellísimas obtenidas bajo un considerable aumento, del ejemplar que tengo en la colección de Expedición Canarias, y que es expuesto en las Vitrinas de la Exposición VESTIGIOS DEL UNIVERSO, que venimos promoviendo.
Podemos deleitarnos con la belleza de estas joyas del universo.
De sobre la procedencia de estos meteoritos, no hay unanimidad científica al respecto, pero la teoría más aceptada hasta el momento es que proceden de las regiones límite entre el manto y el núcleo de un asteroide que sufrió fragmentación, de esas regiones donde el material metálico semifundido del núcleo se mezcla con el material rocoso cristalizado del manto.
Esta teoría se sostiene si tenemos en cuenta que la mezcla de materiales en los pallasitos no es homogenea, sino que con frecuencia se alternan grandes extensiones metálicas sin cristales minerales, para dar paso a otras regiones donde el mineral sorprende por su cristalina belleza entre una matriz metálica donde pueden verse, en los ejemplares pulidos, las características bandas de Widmanstatten.
El 26 de mayo de 2009, tras la revisión de las distintas clasificaciones de Pallasitos, fue de nuevo analizado, y se estableció que se trataba de un pallasito de tipo PMG.
En el año 1.881, la localidad de Admire, en el Condado de Lion Country, en Kansas (EE.UU.) se convirtió en el centro de expediciones de científicos de todo el mundo.
180 kilos de material procedente del universo habían impactado en las inmediaciones de la localidad. Restos que, tras ser recuperados y analizados debidamente, resultó ser uno de los meteoritos más especiales que caen a Tierra, y que podemos llegar a tener en nuestras manos. Se trataba de un Pallasito.
Los pallasitos son meteoritos muy particulares. Su composición está equilibrada al 50 % en fase metálica, generalmente del tipo octaedrita, y al 50 % en fase rocosa, constituída por minerales de orden de los silicatos cristalizados, concretamente olivino. Como podemos suponer, no se trata solo de meteorios. Se trata de auténticas joyas del universo.
Cuando tuve por primera vez un ejemplar del pallasito Admire en mis manos, lo primero que sentí fue esa grandeza de que uno es consciente cuando siente en las manos el peso de los millones de años de Historia que pesan sobre esa roca.
En el año 1.966 fue publicada su existencia y reconocimiento internacional en el número 37 del Meteoritical Bulletin que edita la International Society of Meteoritic and Planetary Sciences. Ya entonces era clasificado como Pallasito.
En las fotos que adjunto a este reportaje pueden verse imágenes bellísimas obtenidas bajo un considerable aumento, del ejemplar que tengo en la colección de Expedición Canarias, y que es expuesto en las Vitrinas de la Exposición VESTIGIOS DEL UNIVERSO, que venimos promoviendo.
Podemos deleitarnos con la belleza de estas joyas del universo.
De sobre la procedencia de estos meteoritos, no hay unanimidad científica al respecto, pero la teoría más aceptada hasta el momento es que proceden de las regiones límite entre el manto y el núcleo de un asteroide que sufrió fragmentación, de esas regiones donde el material metálico semifundido del núcleo se mezcla con el material rocoso cristalizado del manto.
Esta teoría se sostiene si tenemos en cuenta que la mezcla de materiales en los pallasitos no es homogenea, sino que con frecuencia se alternan grandes extensiones metálicas sin cristales minerales, para dar paso a otras regiones donde el mineral sorprende por su cristalina belleza entre una matriz metálica donde pueden verse, en los ejemplares pulidos, las características bandas de Widmanstatten.
El 26 de mayo de 2009, tras la revisión de las distintas clasificaciones de Pallasitos, fue de nuevo analizado, y se estableció que se trataba de un pallasito de tipo PMG.
