La combinación de las propiedades de la luz, aplicadas a la investigación de los meteoritos, abre una puerta de investigación interesante.
Los avances de la Ciencia son imparables, y esos avances nos están permitiendo abrir campos de investigación cada vez más completos sobre el entorno que nos rodea.
Hasta hace poco los meteoritos eran auténticos desconocidos para los geólogos. En la actualidad, gracias a las técnicas petrográficas, químicas y analíticas, nos están revelando sus secretos.
La investigación en meteorítica es una vertiente joven, en la que afortunadamente hay implicados científicos de muy alto nivel internacional, y no es para menos. En ocasiones, el cielo se nos cae encima literalmente, y conocer "eso" que cae, es fundamental para prevenir males mayores.
Cuando estudiamos los meteoritos, la determinación del tipo depende de una adecuada observación al microscopio de una muestra del mismo. En ese estudio se hace imprescindible el examen petrográfico de una lámina delgada del mismo, y en ocasiones, con una superficie pulida y limpia es más que suficiente.
Conocer la composición de esos cuerpos que aparecen al microscopio se hace tarea abordable si los estudiamos mediante refracción de luz polarizada a través de los mismos. De inmediato se revelan las composiciones minerales de las rocas, y podemos conocer qué minerales son.
Con notable frecuencia necesitamos recurrir al microscopio metalográfico para el siguiente estudio; la fase metálica. Esa parte de metal que interviene en la composición de los meteoritos, y que los hace inconfundibles.
Es preciso combinar varias técnicas para determinar un estudio adecuado de los meteoritos, y con los que comenzar un proceso de caracterización de los mismos.
Posteriores técnicas de Espectrometría y otras nos completarán el trabajo científico.
Pero centrándonos en la primera fase, el examen microscópico de las muestras preparadas, quizás la parte más larga del proceso y que requiere una mayor dedicación, hemos observado que es posible hacerlo de otra forma.
Desde hace unos meses, vengo trabajando en el desarrollo de una técnica que me está facilitando mucho el estudio de los meteoritos, hasta tal punto que se hace extremadamente asequible y abre un caudal de información muy interesante. Se bautizó como TMC (siglas de Técnica Microscópica Combinada).
La combinación de luz reflejada y refractada sobre una lámina de meteorito, de un grosor ligeramente superior al establecido estándar para petrografía, nos está permitiendo estudiar en un mismo instante tanto las propiedades de la fase rocosa (clastos, matriz y cóndrulos) como la posición e interacción con la fase metálica (hierro y níquel, sulfuros y otros elementos opacos).
La TMC está siendo aplicada al estudio de diversas condritas que tuvimos ocasión de comprar a buen precio para investigación científica, y nos está revelando vistas interesantísimas de estos meteoritos, al tiempo que nos permiten medir los diámetros de los clastos observados, por dónde discurre la fase metálica, que en ocasiones nos delimita los bordes de cóndrulos que manifiestan una extinción progresiva respecto de la matriz.
La fase metálica se revela brillante, ocupando las grietas y regiones intersticiales de los componentes, ofreciendonos información de cómo interactúan ambas fases (metálica y rocosa).
En los meses sucesivos, toca refinar la técnica e invertir en el proyecto para el desarrollo de la misma y la implantación en el programa IDENMET de Identificación y Estudio de Nuevos Meteoritos, que venimos desarrollando hace casi dos años, y gracias al cual, ya han sido determinados 22 nuevos meteoritos entre las muestras que nos han enviado desde distintos lugares del mundo.
El Museo Canario de Meteoritos realizará en los próximos meses expediciones al desierto de Sáhara para la localización de nuevos ejemplares, y para el examen y certificación de autenticidad de piezas halladas por nómadas y otros habitantes del lugar.
La investigación científica es primordial, y ha de ser de calidad, para el desarrollo del ser humano en todas sus facetas.
Para más información;
Museo Canario de Meteoritos (www.facebook.com/museocanariodemeteoritos)
Los avances de la Ciencia son imparables, y esos avances nos están permitiendo abrir campos de investigación cada vez más completos sobre el entorno que nos rodea.
Hasta hace poco los meteoritos eran auténticos desconocidos para los geólogos. En la actualidad, gracias a las técnicas petrográficas, químicas y analíticas, nos están revelando sus secretos.
La investigación en meteorítica es una vertiente joven, en la que afortunadamente hay implicados científicos de muy alto nivel internacional, y no es para menos. En ocasiones, el cielo se nos cae encima literalmente, y conocer "eso" que cae, es fundamental para prevenir males mayores.
Cuando estudiamos los meteoritos, la determinación del tipo depende de una adecuada observación al microscopio de una muestra del mismo. En ese estudio se hace imprescindible el examen petrográfico de una lámina delgada del mismo, y en ocasiones, con una superficie pulida y limpia es más que suficiente.
Conocer la composición de esos cuerpos que aparecen al microscopio se hace tarea abordable si los estudiamos mediante refracción de luz polarizada a través de los mismos. De inmediato se revelan las composiciones minerales de las rocas, y podemos conocer qué minerales son.
Con notable frecuencia necesitamos recurrir al microscopio metalográfico para el siguiente estudio; la fase metálica. Esa parte de metal que interviene en la composición de los meteoritos, y que los hace inconfundibles.
Es preciso combinar varias técnicas para determinar un estudio adecuado de los meteoritos, y con los que comenzar un proceso de caracterización de los mismos.
Posteriores técnicas de Espectrometría y otras nos completarán el trabajo científico.
Pero centrándonos en la primera fase, el examen microscópico de las muestras preparadas, quizás la parte más larga del proceso y que requiere una mayor dedicación, hemos observado que es posible hacerlo de otra forma.
Desde hace unos meses, vengo trabajando en el desarrollo de una técnica que me está facilitando mucho el estudio de los meteoritos, hasta tal punto que se hace extremadamente asequible y abre un caudal de información muy interesante. Se bautizó como TMC (siglas de Técnica Microscópica Combinada).
La combinación de luz reflejada y refractada sobre una lámina de meteorito, de un grosor ligeramente superior al establecido estándar para petrografía, nos está permitiendo estudiar en un mismo instante tanto las propiedades de la fase rocosa (clastos, matriz y cóndrulos) como la posición e interacción con la fase metálica (hierro y níquel, sulfuros y otros elementos opacos).
La TMC está siendo aplicada al estudio de diversas condritas que tuvimos ocasión de comprar a buen precio para investigación científica, y nos está revelando vistas interesantísimas de estos meteoritos, al tiempo que nos permiten medir los diámetros de los clastos observados, por dónde discurre la fase metálica, que en ocasiones nos delimita los bordes de cóndrulos que manifiestan una extinción progresiva respecto de la matriz.
La fase metálica se revela brillante, ocupando las grietas y regiones intersticiales de los componentes, ofreciendonos información de cómo interactúan ambas fases (metálica y rocosa).
En los meses sucesivos, toca refinar la técnica e invertir en el proyecto para el desarrollo de la misma y la implantación en el programa IDENMET de Identificación y Estudio de Nuevos Meteoritos, que venimos desarrollando hace casi dos años, y gracias al cual, ya han sido determinados 22 nuevos meteoritos entre las muestras que nos han enviado desde distintos lugares del mundo.
El Museo Canario de Meteoritos realizará en los próximos meses expediciones al desierto de Sáhara para la localización de nuevos ejemplares, y para el examen y certificación de autenticidad de piezas halladas por nómadas y otros habitantes del lugar.
La investigación científica es primordial, y ha de ser de calidad, para el desarrollo del ser humano en todas sus facetas.
Para más información;
Museo Canario de Meteoritos (www.facebook.com/museocanariodemeteoritos)
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